El aspirante presidencial Temístocles Montás, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), anunció anoche ante el círculo de cronistas políticos que no cejará sus ataques contra la pobreza en el país por ser “inaceptable” que por cada cien dominicanos 74 son pobres y hasta no pocos sobrevivan por debajo de la línea de pobreza.
Relató que su convicción de ese discurso social lo confirma cada vez que recorre el país, por lo que él es el único aspirante presidencial con estructura nacional, el que registrará en un padrón entre 150 a 175 mil seguidores y que cuenta con más de 22 equipos provinciales de activistas.
“Amigos, en mis visitas a los barrios yo palpo la pobreza que afecta al 40% de los dominicanos en general y, en particular, al 70% de los habitantes de la frontera, quienes sobreviven por debajo de la línea de pobreza”, lamentó.
En ese sentido dijo que en el país todavía el segmento clase media que se estima en 33% no se consolida sino que fluctúa entre el 41% de pobres, por lo que la población total del país que padece pobreza es 74%.
Montás sostuvo un encuentro con la directiva del Círculo de Cronistas Políticos en un restaurant de esta capital encabezados por Alberto Caminero, del vespertino El Nacional; Abel Guzmán, del Diario Libre; Héctor Marte, jefe de Redacción de El Caribe; Pilar Moreno; del Listín Diario; Rosa Alcántara, de Hoy; Juan Reyes; de la cadena CDN y Ramón Pérez Reyes, del Listin Diario, entre otros, se informó en una nota de su equipo de prensa.
Prometió que de ganar la Presidencia de la República impulsará una economía de pleno empleo y seguridad social universal, porque en ningun país la pobreza se supera solo con programas sociales y menos en el nuestro, donde “los ricos están más asegurados que los pobres”.
Empero dijo que las expectativas en el país son que cuando finalice el gobierno del presidente Danilo Medina, el 70% de la población dominicana disfrutará de seguridad social.
Montás recordó que aunque en el pasado y no obstante los consejos de no cargar con medidas económicas impopulares que su cargo lo forzaban a compartir, ahora está en plena libertad de asumir sus propias ideas que propaga en el tiempo libre de sus obligaciones como ministro de Economía, Planificación y Desarrollo.
En otro orden justificó que su persistente objeción a una eventual postulación del ex presidente Leonel Fernández se fundamenta en razones ideológicas y políticas, jamás personales.
Argumentó que una vuelta de Leonel al poder tras 12 años de ejercicio por el PLD sería, más que una réplica, una superación de lo que implicó en el reformismo el dilatado ejercicio del caudillo Joaquín Balaguer.
Montás fundamentó su objeción en que precisamente ese tipo de conducta de determinado liderazgo que se han considerado imprescindibles, es uno de los problemas del atraso del país.
Recordó el ejemplo de Lilís que entre otros causó daños al desarrollo democrático del país al punto que cinco años después de dejar el poder la consecuencia fueron los 35 años de control de las aduanas por Estados Unidos.
“Desórdenes como ese han impedido institucionalizar el país, lo que no es consistente con un partido que como nuestro PLD se formó levantando la bandera de la institucionalidad contra Balaguer”, subrayó.
Al respecto, Montás indicó que precisamente alguien tiene que decirlo, llamar la atención respecto al peligro que el continuismo implica para el país, sobre todo si en el partido, esa “fábrica de presidentes”, como la definió el propio Leonel, hay otros compañeros que aspiran a ser presidentes.
En otro orden los integrantes del círculo de periodistas políticos se interesaron en tratar en la conversación entre otros aspectos el déficit fiscal heredado por el presidente Medina de su antecesor en el gobierno.
En la ocasión el gobierno de Medina reveló en una reunión del Consejo Económico y Social un déficit fiscal de alrededor de siete por ciento que luego una misión del Fondo Monetario Internacional calculó en 8% del producto interno bruto.
Esa situación determinó meses después la presentación por el Ejecutivo de un proyecto de reforma tributaria aprobado por el Congreso que aumentó sobre todo la tasa de Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (Itbis), lo que afectó aun más el presupuesto familiar.