Plantea que la autocrítica nunca es un proceso sencillo para las organizaciones, sobre todo las políticas, sometidas a cuestionamientos de las sociedades y además por los grandes cambios en la comunicación con los ciudadanos.
Al considerar dicho Congreso como un reto interesante, Margarita Cedeño manifestó que el PLD enfrenta tres grandes brechas que debe abordar transversalmente; identificando la brecha generacional, la tecnológica y la de género.
“Al mismo tiempo, la organización tiene que entender un proceso que resulta normal en una institución que ha sido exitosa en la aplicación de sus métodos de trabajo. Para muchos, lo que convirtió al PLD en la organización política más importante del país en el pasado, es lo mismo que le devolverá su sitial en los próximos torneos electorales. No necesariamente. En el PLD hay que armonizar lo que fuimos con lo que queremos ser, porque la mística de un partido de cuadros donde todo el mundo se conocía no volverá a suceder, pero sí podemos aspirar a una organización más ágil, más pequeña y comprometida.”, sostiene la dirigente peledeísta en un artículo publicado en el Listín Diario y Vanguardia del Pueblo Digital, que titula “Transformación Partidaria” y que reseña la Secretaría de Comunicaciones de su partido.
Definir claramente la condición de militante y la de simpatizante es el gran reto del PLD, dice la exvicemandataria recordando que es un tema ya discutido en congresos pasados y nunca aplicado; agregando que entre ambas categorías de matrícula debe haber una diferenciación tanto de deberes como de derechos.
Enarbola Margarita Cedeño que el IX Congreso Ordinario es la oportunidad para desarrollar amplias discusiones sobre que plantea, así como comprender el rol del PLD en una sociedad renovada y que cambiará aún más debido a la pandemia de COVID-19.
“En la base de la tarea que hemos asumido está la necesidad de establecer mecanismos para escuchar a todos los estamentos de la sociedad, disponer de personas dedicadas exclusivamente a la tarea partidaria y, claro está, tomar las medidas propias de un régimen de consecuencias frente a quienes le han fallado a los principios partidarios”, continúa diciendo en su artículo la dirigente político.
Al final manifiesta que toda la estructura del PLD debe dedicarse en cuerpo y alma a la tarea de transformar a esa organización, con honestidad y sentido autocrítico, con el deseo de aportar y escuchar más y hablar menos, reconociendo aquellas tareas donde fallamos y tomando las medidas para no volver a equivocarnos.
“Ese es el espíritu de quienes vivimos comprometidos con aportar, guiados por el Boschismo y sus enseñanzas.”, concluyó la ex Vicepresidente de la República y miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana.