A continuación el comunicado íntegro:
Con la decisión tomada con respecto a la conformación de la Junta Central Electoral (JCE) el presidente de la República incumplió su palabra y rompió unilateralmente el compromiso con el diálogo y el consenso.El gobierno asestó un duro golpe a nuestra democracia impidiendo la renovación institucional e ignorando al primer partido de oposición y a diferentes sectores, que nos oponemos a una JCE sesgada.
En democracia no es suficiente cumplir con la legalidad, es necesario además respetar la legitimidad. Es decir, procurar la elección de autoridades que generen confianza y estabilidad.
La elección de esta junta electoral carece de esa legitimidad al establecer un árbitro que no cuenta con el respaldo de actores fundamentales en el proceso.
La elección de esta JCE no responde a las demandas de la sociedad de contar con instituciones fuertes, independientes y renovadas. Solo responde a una alianza, conformada hace mucho tiempo y que tiene como meta minar la institucionalidad del país.
Estamos asistiendo al pago de favores que, sabemos, están relacionados con actuaciones que violentaron la ley electoral, la ley de partidos y el orden constitucional.
Se demuestra claramente que estamos ante un gobierno atrapado por el pacto con una minoría que quiere ganar con demandas desproporcionadas y acuerdos a puerta cerrada lo que el pueblo le negó en las urnas.
El tiempo dirá si más adelante se evidencia nuevamente, en la toma de decisiones de esta JCE, ese intercambio de favores. Que no extrañe a nadie que la junta así conformada trate de reconocer y darle un espacio que no le corresponde a un partido minoritario, que apenas alcanzó el 4% de los votos.
Hacemos, asimismo, un llamado al pueblo dominicano a que permanezca vigilante ante las próximas actuaciones de este gobierno y no permita que siga actuando de espaldas a la legitimidad en temas clave, como la elección de la segunda mayoría en el Senado, o a la elección del Tribunal Superior Electoral.
Debemos estar alerta para evitar que, también en esos casos, el poder ejecutivo actúe unilateralmente, traicionando el espíritu democrático y de diálogo que le prometió al electorado. Esperamos que no sea así y que, en el futuro, se tenga cuenta a los diferentes sectores de la sociedad dominicana, al principal partido de oposición y a todas las fuerzas políticas del Congreso.