Un hijo de la occisa, Pablo Espinal, ex Marine de Infantería de los Estados Unidos halló los cuerpos con sendos tiros en las cabezas.
La policía confirmó que los cuerpos tenían heridas de balas en sendas cabezas en lo que los investigadores clasifican como un asesinato suicidio por aparentes motivos pasionales.
Vecinos y conocidos del homicida suicida lo describen como un hombre anti social que era muy apático con todo el mundo y no saludaba a nadie en el edificio ni a las reuniones sociales a las que asistía.
Espinal, quien era madre de tres hijos tenía un nieto al que le celebraría el primer cumpleaños el sábado en la noche.
Allegados a la pareja dijeron que el asesino obligó a Espinal a cerrar todas sus cuentas en las redes sociales para que no tuviera contacto con nadie en una actitud de hombre controlador y celoso compulsivo.
Espinal había pedido un pastel para celebrar el cumpleaños del nieto.
Dejó un hijo mayor y una hija de 7 años. Una mujer asesinada en un aparente asesinato y suicidio. El hijo relató que la última vez que habló con su madre, fue el jueves por la noche. «Parecía normal», dijo Espinal, de 23 años, al tabloide NY Daily News.
«Le pregunté a mi esposa y no notamos ningún signo en su comportamiento». La difunta participó activamente en la fiesta de cumpleaños de su nieto programada el sábado y cuando su hijo tuvo problemas para comunicarse con ella el viernes, comenzó a ponerse nervioso.
«Estuve todo el día tratando de ponerme en contacto con ella», dijo Espinal. «Al principio pensé que estaba durmiendo. No fue hasta más tarde en la tarde y ella todavía no respondía, aquí es donde comencé a preocuparme un poco».
Informó que él llamó a la policía y solicitó que se hiciera un chequeo de bienestar de su madre, luego se dirigió a su apartamento en la calle Logan en Cypress Hills a las 4:45 de la tarde del viernes.
«Llegué antes que la policía», narró el hijo. «No esperé». Llamó repetidamente y trató de forzar la puerta, pero no hubo respuesta.